En Holanda aprendí a guardar los pedazos de velas usadas, la cera que se acumula en el candelabro, y a usar un sólo saquito de té para una jarra. La frugalidad holandesa se ve en cada detalle.
Hacen 4 años que guardo restos de velas. Y con este tema del orden, tenía dos opciones: o tiro todo lo juntado, o lo reciclo.
“Al tengo que intentarlo”, me dije. “Tengo que poder hacer todas las velas para la Noche Buena”. Y así fue. Fue muy fácil.
Para empezar, en una librería artística, compra pabilo, porta pabilo y si no tienes velas que derretir, parafina. También puedes conseguir moldes. Yo las hago en vasos. Si te gustan las velas con aromas, allí encontrarás esencias.
Ahora, manos a la obra:
1. Elejí los moldes o vasos donde vas a hacer las velas. Cortá pabilos de la altura del molde más 4 centímetros y ajustalos en el porta pabilo con una pinza. Con pegamento o cera, pegá el porta pabilo al fondo del molde o vaso. Con palitos de brochette o broches de ropa, sostené el pabilo sobrante para que quede bien derecho.
2. En un recipiente de acero inoxidable derretí a baño de María, todas las velas viejas o la parafina. No importa que estén sucias, cuando se derriten, las impurezas se van al fondo.
3. Cuando esté bien derretida, podés ponerle esencias aromáticas, revolver bien, y llenar los moldes. Así de simple.
4. Dejalas secar entre 24 y 48 horas.
Espero que te animes a hacerlas!
Nota: Es muy importante que el pabilo quede centrado y derecho ya que si el fuego toca el vidrio del recipiente, este puede estallar.
La frase del día:
“Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa, sino lo que ama”. San Agustín