Esta es una torta exquisita y fácil con ingredientes que tenemos a mano. Por eso prefiero no comprar tortas de caja. Ademas de los químicos extra que contienen.
El secreto de este biscochuelo es la manteca. Tiene mucha y hace que cada bocado se desarme en la boca.
La taza con la que mido, es una especial para reposteria que equivale a una taza mediana para té. Evitá usar los tazones de desayuno porque son muy grandes.
Ingredientes:
1 taza de harina leudante
200 grs de manteca a temperatura ambiente
1 taza de cacao en polvo
1 taza de azúcar
3 huevos grandes
½ taza de leche
1 cucharadita de te de extracto de vainilla
¼ de cucharadita de sal
azúcar impalpable para espolvorear
1. Precalentá el horno a 180 grados.
2. Enmantecá y enhariná un molde Savarin. Reservalo.
3. En un bowl mezcla la harina, el cacao y la sal.
4. En el bowl de la batidora, batí la manteca con el azúcar hasta que quede una crema. Agregá los huevos de a uno y el extracto de vainilla.
5. Bajá la velocidad, e incorporá lentamente los ingredientes secos ya mezclados, alternando con la leche.
6. Llevá la mezcla al molde y de alli, al horno por 30 a 35 minutos.
7. Introducí un palillo cerca del centro del biscochuelo; si sale seco, esta listo.
8. Sacalo del horno y dejalo enfriar sobre una rejilla por 20 minutos.
9. Desmoldalo con cuidado en una bandeja o plato y espolvoreale azúcar impalpable.
Que la disfrutes con un rico cafe!
La frase del día:
“Huye de la tristeza, porque esta entra en los corazones que están apegados a las cosas del mundo”. San Pío de Pietrelcina